Recientes investigaciones en sociología han explorado cómo diversos movimientos sociales se unen para aumentar su impacto. Sin embargo, persisten importantes interrogantes sobre las coaliciones intermovimiento; es decir, aquellas compuestas por organizaciones provenientes de ámbitos muy diversos (sindicales, estudiantiles, territoriales, etc.).
El estudio, titulado “La Formación de Coaliciones entre Movimientos y los Desafíos para su Permanencia: El Ascenso y la Caída de la Unidad Social en Chile”, aborda precisamente este vacío. La investigación fue desarrollada por el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Antoine Maillet, junto a Sofía Donoso (Profesora Asistente del Departamento de Sociología UCH), Antoine Faure (Profesor Asociado de la Escuela de Periodismo, USACH) y Joaquín Rozas-Bugueño (Doctorando de la Universidad Pompeu Fabra).
“Con el equipo de autores, nos motivó en primer lugar aportar al conocimiento respecto a este proceso social extraordinario que fue la revuelta de 2019. Sin embargo con la distancia también hemos podido sacar lecciones que van más allá del caso y aportan al estudio de la movilización social en general, y en particular cómo una coalición intermovimiento puede ser impactada negativamente por una intensificación de la movilización. Esto hace eco a las movilizaciones recientes que han ocurrido en Nepal o Indonesia, donde las organizaciones tradicionales tampoco logran conducir el proceso”, detalló el académico Antoine Maillet.
El Caso de Unidad Social: De la Integración al Colapso
El foco del artículo es la coalición Unidad Social (US), que surgió apenas meses antes del estallido social de octubre de 2019 en Chile. Esta plataforma jugó un rol clave en las primeras iniciativas de movilización a nivel nacional, convocando a las principales huelgas y protestas, antes de ver su influencia desvanecerse progresivamente.
Para comprender este fenómeno de auge y declive, el equipo de investigación empleó un riguroso rastreo de procesos (process tracing), triangulando entrevistas, datos de prensa y documentos organizacionales.
Los Mecanismos Detrás del Éxito Inicial y la Fractura
El análisis identificó tres mecanismos clave que facilitaron la rápida formación de Unidad Social y su expansión inicial, logrando integrar a una gran cantidad de Organizaciones de Movimientos Sociales (OMS) diversas:
Intermediación en Coaliciones: La presencia de figuras u organizaciones que actuaron como puentes y facilitadores para la unión.
Atribución de Amenazas y Oportunidades: El consenso sobre una amenaza externa común (el modelo económico o el gobierno) y la identificación de una oportunidad política compartida (la movilización).
Creación de Puentes entre Marcos: El desarrollo de narrativas o marcos interpretativos comunes que lograron abarcar las distintas demandas sectoriales bajo un paraguas unificado.
Sin embargo, estos mismos mecanismos resultaron ser ineficaces para sostener la cohesión ante la rápida evolución de la dinámica política pos-levantamiento. El estudio concluye que, a medida que el contexto cambiaba, se activaron otros mecanismos que profundizaron las divisiones:
Dilución de Marcos: La narrativa unificada comenzó a perder foco y fuerza, volviéndose demasiado amplia y ambigua para satisfacer a todos sus miembros.
Polarización de Marcos: Las organizaciones internas volvieron a enfocarse en sus demandas sectoriales más puras y, en algunos casos, se alinearon con posiciones ideológicas más extremas o contrapuestas.
Estos factores llevaron a la pérdida de una identidad común y, finalmente, al colapso de la coalición.

Proyectando la Investigación
La contribución de este artículo radica en su enfoque basado en mecanismos, el cual mejora la comprensión de cómo se forman las coaliciones intermovimiento y, crucialmente, de los desafíos estructurales y contextuales que enfrentan para sobrevivir en el tiempo. La experiencia de Unidad Social en Chile ofrece lecciones valiosas para la teoría de los movimientos sociales a nivel global.
Esta investigación fue financiada por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) de Chile y a través de las siguientes becas de investigación: Fondap Anid n.° 1523A0005, Fondecyt Regular n.° 1240960 y Núcleo Milenio n.° NCS2024_019.
El artículo completo se encuentra disponible en la revista Mobilization.
