En la reunión del mes de junio del Departamento de Administración y Gestión Pública, el académico Nicolás Didier expuso los avances de su investigación sobre la adaptación del sistema de capacitación y empleo frente a la pandemia, en el caso chileno. Su presentación abordó los desafíos estructurales y conceptuales del sistema, así como las respuestas institucionales impulsadas durante la crisis sanitaria.
La exposición se estructuró en dos grandes ejes: En primer lugar, el profesor Didier analizó la transformación tecnológica forzada del sistema de capacitación a raíz de la pandemia. En este contexto, tanto el Estado -a través de instrumentos como el SENCE y la franquicia tributaria- como empresas y trabajadores, adoptaron nuevas herramientas como el teletrabajo, las plataformas digitales y el aprendizaje a distancia; caracterizando a Chile como un "late adopter" en términos tecnológicos y enfatizó que muchas decisiones se tomaron sin evaluaciones empíricas sólidas.
En segundo lugar, se abordó el fenómeno del “tecno-optimismo”, esto es, la creencia de que la incorporación de tecnología resolverá automáticamente los problemas del desarrollo. Según el profesor Didier, las evaluaciones oficiales -incluidas las de DIPRES- revelan que, a pesar de las inversiones públicas, los niveles de efectividad de los programas han sido bajos.
Sobre la metodología utilizada, se combinaron modelos cuantitativos (panel de datos entre 2010 y 2024 sobre el uso de la franquicia tributaria) con técnicas cualitativas (entrevistas y grupos focales con gerentes, sindicalistas y representantes gremiales). Entre sus principales hallazgos, destacó que muchas organizaciones retomaron rápidamente prácticas previas a la pandemia, lo que da cuenta de la limitada sostenibilidad del cambio tecnológico en el país.
El profesor Didier subrayó la necesidad de desarrollar marcos conceptuales situados en las realidades del Sur Global, y cuestionó el uso de herramientas metodológicas diseñadas para contextos muy distintos. También advirtió sobre la brecha tecnológica histórica que enfrenta Chile, señalando que mientras en los países desarrollados la discusión sobre digitalización comenzó en los años 70, en Chile la masificación del uso de computadores no se dio sino hasta 2007.
Por lo anterior, hizo un llamado a repensar los enfoques teóricos y metodológicos utilizados en el diseño de políticas públicas, destacando la importancia de reducir la incertidumbre a través de instrumentos más pertinentes y contextualmente adecuados.