Con la participación de más de 120 personas se desarrolló el miércoles 3 de octubre de 2018 el Seminario Políticas Públicas con Perspectiva de Género en la Casa Central, organizado por el Instituto de Asuntos Públicos (INAP) de la Universidad de Chile. La instancia constituyó la primera actividad de extensión desarrollada en el marco del ciclo Diálogos de Género y Diversidad del INAP.
El encuentro estuvo dedicado a reflexionar en términos generales y aplicados sobre la importancia de incorporar la perspectiva de género en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas, así como respecto de cuestionar paradigmas. Moderó la sesión la académica del INAP Claudia Heiss.
La primera exposición estuvo a cargo de Verónica Undurraga, Doctora en Derecho, profesora de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez y Directora de Espacio Público. La académica explicó que habitualmente las políticas públicas se formulan sin considerar las diferencias de género, pues se asumía que eran neutras y que beneficiaban a toda la comunidad por igual.
"La vida que llevamos, las libertades que tenemos mujeres y hombres son distintas. Si sólo los hombres participan en el diseño de las políticas públicas, probablemente sólo por el hecho de ser distintos van a hacer una priorización distinta", planteó Undurraga.
Así, dio ejemplos respecto del trazado de los recorridos del transporte público, que debería considerar que las mujeres realizan más trayectos en el día, y de longitudes menores, como parte de su rutina, al realizar tareas como ir de compras, llevar a sus hijos al colegio o asistir a un consultorio.
"Si hago un diagnóstico que se aplica a la mitad de la ciudadanía y desde ahí aplico una política para la totalidad, tengo una política que no se ajusta a la realidad", señaló.
Por otro lado, Lucía Miranda, investigadora de Flacso-Chile y Doctora en Estudios Latinoamericanos, presentó los resultados preliminares de su investigación en torno las lógicas de representación política en la Cámara de Diputados de Chile. Se trata de un estudio de carácter cualitativo que incluyó la realización de entrevistas a una muestra de diputados y diputadas de diferentes partidos.
Los resultados muestran diferencias entre el discurso de diputadas y sus pares hombres. "Vemos que las mujeres hablan en plural –fuimos, hicimos–. Los hombres hablan más en particular –yo fui, yo hice–. Las mujeres hablan más de las mujeres, tienen más perspectiva de género", comentó Miranda.
Asimismo, la investigadora señaló la importancia de que las ciencias sociales y, en particular, la ciencia política, se cuestione sus nociones respecto de la democracia, pues gran parte de la literatura sobre el tema caracteriza a los países como democráticos cuando se implementa el derecho a voto, aun cuando las mujeres pudieron sufragar mucho después que los hombres.
"La idea de que bastaba con que la mitad de la población pudiera votar para que un país fuera democrático nos hace cuestionar la democracia. Si consideramos esto, Suiza estaría en la tercera ola de la democracia, pues las mujeres allí pudieron votar a partir de los 70", afirmó.
Por último, la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile y doctoranda en Ciencias Sociales, Olga Espinoza, se refirió a la reinserción social de mujeres privadas de libertad.
Según explicó la profesora, los orígenes de los estudios del crimen, esto es, en la criminología positivista, la mujer era vista "como un ser perverso que no se adecuaba a su rol reproductivo". A este paradigma, planteó Espinoza, se opone la criminología feminista, aunque su impacto en el diseño de políticas de reinserción aún es limitado.
La académica del INAP presentó algunas características específicas de las mujeres privadas de libertad, cuyo número ha ido en aumento en todo el mundo y, en particular, en América Latina, a un ritmo mayor que el crecimiento de la población carcelaria masculina. Según señaló la profesora Espinoza, en los últimos siete años en Chile la población femenina recluida ha aumentado en un 99,1%.
"En Chile, el 50% de las mujeres privadas de libertad se encuentra condenada por drogas. Entre el 70 y el 95% de las mujeres privadas de libertad tiene hijos, y el 63% de las mujeres madres son la única fuente de renta en el hogar", indicó.
"La evidencia muestra que en la reinserción social de mujeres en necesario identificar ciertas necesidades sensibles al género, poner énfasis en potenciar los recursos y fortalezas de las participantes y desarrollar un plan de tratamiento estructurado a partir de sus necesidades", aseguró.
Ciclo Diálogos de Género y Diversidad
A partir de las movilizaciones feministas del primer semestre de 2018, el INAP estableció una Comisión de Equidad de Género. Una de sus líneas de trabajo ha sido el desarrollo de actividades de extensión para reflexionar tanto con la comunidad interna como con el público externo.
"Las políticas públicas y el funcionamiento del gobierno constituyen parte fundamental para nuestro desarrollo académico. Entendemos que aún existen obstáculos para incorporar plenamente a las mujeres a la vida social y política de nuestro país. Espero que este sea el primer paso en un proceso que va a ser largo pero creo que muy fructífero", afirmó el Director del INAP, Hugo Frühling.
La próxima sesión del ciclo, programada para el mes de diciembre, estará orientada a discutir sobre las nuevas masculinidades y los roles de género.