El pasado miércoles 13 de agosto, el Auditorio de Santa Lucía 240 de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile fue escenario de una conferencia dictada por la académica Hayley Stevenson, profesora asociada de la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), reconocida investigadora en temas de gobernanza ambiental y género.
Invitada por el Departamento de Estudios Políticos junto al Magíster en Ciencia Política de la Facultad de Gobierno, Hayley Stevenson compartió con el cuerpo académico los resultados de sus más recientes estudios sobre el vínculo entre igualdad de género y cambio climático.
Su conferencia “¿A QUIÉN LE IMPORTA EL GÉNERO? Un análisis del compromiso con la igualdad de género en el régimen climático de la ONU”, un trabajo realizado en conjunto con la investigadora, Ana Dominguez Britos, comenzó con una cita provocadora de la política británica Marina Yannakoudakis: “El clima es igual para hombres y mujeres, que yo sepa. Cuando llueve, nos mojamos todos”. A partir de esta frase, cuestionó una de las principales tensiones en el debate: la idea extendida de que el cambio climático afecta de manera neutral a todas las personas, invisibilizando así las desigualdades estructurales que agravan sus impactos.
Para la investigadora visitante, ignorar el género en las políticas climáticas no es neutralidad, sino reproducción de desigualdades. “Las mujeres, especialmente en comunidades vulnerables, suelen enfrentar barreras diferenciadas en el acceso a recursos, a la participación política y a la recuperación tras desastres climáticos”, explicó.
Durante la conferencia Stevenson presentó un análisis también elaborado junto con Ana Domínguez Britos, centrado en el régimen climático de la ONU, que se basó en dos hipótesis. La primera es que los Estados que muestran ambición en un eje de la agenda de equidad de género tenderán a mostrarla también en otros. La segunda refiere a que los países desarrollados obtendrán mejores resultados que los países en desarrollo en participación y políticas de género.
El trabajo además examinó las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) y el grado de sensibilidad de los Estados respecto de las cuestiones de género, considerando indicadores como: inclusión de datos desagregados por género; presupuesto con enfoque de género, participación femenina en mecanismos de gobernanza climática y la capacidad técnica para integrar la perspectiva de género.
Los resultados, obtenidos a través del análisis documental y 26 entrevistas a delegados y expertos en negociaciones internacionales, revelaron que la estructura de incentivos externos tiene un papel decisivo: la inclusión de género en las NDC suele responder más a criterios impuestos por donantes internacionales que a convicciones internas de los Estados.
“En muchos casos, el enfoque de género se incorpora porque es una condición para acceder a financiamiento, no porque exista una real convicción política”, advirtió Stevenson. Esto genera lo que denominó un fenómeno de “gender washing”, análogo al “greenwashing”, en el que los gobiernos presentan documentos con lenguaje inclusivo y compromisos superficiales sin garantizar una implementación efectiva.
Uno de los puntos más relevantes de la ponencia fue la identificación de la asimetría de expectativas entre países. Mientras algunos ven las NDC como un documento de cumplimiento técnico, otros las utilizan como una vitrina competitiva para demostrar sensibilidad social y obtener recursos. Esta disparidad, señaló Stevenson, profundiza las desigualdades entre países desarrollados y en desarrollo.
Además, subrayó que la participación femenina en espacios de toma de decisión climática sigue siendo limitada. “La representación numérica no siempre se traduce en influencia real”, comentó, señalando la necesidad de avanzar hacia una paridad sustantiva en los procesos multilaterales.
Un debate necesario en Chile y en la región
La visita de Hayley Stevenson se inscribe en un momento clave para Chile y América Latina, donde la crisis climática se cruza con desigualdades estructurales de género. En este sentido, la académica destacó la oportunidad de que las universidades y centros de investigación impulsen un debate crítico sobre la coherencia entre los compromisos internacionales y las políticas públicas nacionales.
Al cierre de la conferencia, los académicos de la Facultad de Gobierno valoraron la profundidad del análisis y la interpelación directa que plantea a la política pública chilena. “No basta con incorporar la palabra género en los documentos. Se requiere transformar la forma en que se toman decisiones y en cómo se distribuyen los recursos frente al cambio climático”, concluyó Stevenson.