Un reciente estudio liderado por Joaquín Prieto, académico postdoctoral de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, junto a Kirsten Sehnbruch, profesora de la London School of Economics and Political Science (LSE), y Diego Vidal, investigador del Ministerio del Trabajo y Previsión Social de Chile, fue publicado en la revista Social Science Research (WoS, categoría Q1). El artículo analiza en profundidad la dinámica del empleo de baja calidad en Chile entre los años 2004 y 2019.
Bajo el título “¿Atascado en un mal empleo? La dinámica del empleo de baja calidad en Chile, 2004-2019”, la investigación busca responder si los trabajadores quedan estancados en empleos precarios o si estos pueden convertirse en un trampolín hacia mejores oportunidades laborales.
El artículo se distingue por adoptar una perspectiva multidimensional y longitudinal, incorporando el nivel de privación que enfrentan los trabajadores en distintas dimensiones. El análisis examina los movimientos entre empleos de buena y mala calidad, así como las transiciones hacia el desempleo y la inactividad, identificando además los factores que determinan estos cambios.
Los resultados muestran que:
- Los niveles de privación en el mercado laboral afectan más intensamente a las mujeres, en comparación con los hombres.
- Una gran proporción de trabajadores tiende a permanecer atrapada en empleos de baja calidad, lo que reduce sus posibilidades de movilidad laboral ascendente.
- La probabilidad de encontrar un empleo de buena calidad después de estar desempleado o inactivo es baja, y todavía más reducida en el caso de las mujeres.
El artículo propone por primera vez una metodología para medir la privación crónica en el mercado laboral aplicando el enfoque multidimensional de Alkire-Foster, ampliamente usado en estudios de pobreza. Esta herramienta permite analizar simultáneamente distintos aspectos del empleo —como ingresos, estabilidad, seguridad social y condiciones laborales— y comprender cómo se combinan para generar trayectorias laborales que reproducen desigualdades.
“Gracias a esta metodología, el estudio logra capturar la intensidad de las privaciones que enfrentan los trabajadores y ofrecer un análisis dinámico de sus transiciones en el tiempo. Esto permite no solo identificar a quienes están en empleos precarios, sino también entender por qué resulta tan difícil salir de ellos”, indicó Joaquín Prieto.
En sus conclusiones, los autores destacan la relevancia de estas evidencias para el diseño de políticas públicas que enfrenten la persistencia del empleo de mala calidad, aportando al debate sobre equidad y desarrollo laboral en Chile. El estudio entrega insumos concretos para fortalecer la protección social, la regulación de los contratos temporales y la promoción de empleos de calidad, especialmente en un contexto donde la desigualdad de género sigue marcando el mercado laboral.
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